Y cuando una organización o una ciencia trabaja de forma uniforme en la dirección de que el hombre es malo, no lo cambia. Esta es una de esas lecciones horriblemente sencillas. Si tenemos una organización que cree que el hombre es malo, y está intentando cambiarlo, para el beneficio de la sociedad o algo así, el hombre no cambia. La intención del cambio, además de la naturaleza maligna de la bestia, (entre comillas) lo fija en ese nivel.
Ahora, está el hombre en ese nivel de maldad, rebelión, agitación, pereza y estupidez. Y de acuerdo a todos los tests psicométricos del pasado, cuando una sociedad u organización trata de impedirle que haga más daño, partiendo del punto de vista de que el hombre es malo, todo lo que parecen hacer es tomar unos clavos enormes y clavarlo ahí mismo, en ese momento.
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